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lunes, 22 de julio de 2013

Cambiamos las piñas por besos

Antes que amenazarse, en la previa del combate por el título mediano de la OMB, Mikaela Lauren y Christina Hammer prefirieron calentar la previa de forma original.


Foto: Primero Tucuman

Lejos de las amenazas, en la previa del combate por el título mediano de la Organización del Boxeo OMB, las boxeadoras Mikaela Lauren y Christina Hammer calentaron el ambiente con un piquito.

El pesaje previo a las peleas de boxeo suele ser un momento caliente. El instante donde las miradas son desafiantes y los luchadores suelen dedicarse algunas amenazas. Las boxeadoras Mikaela Lauren y Christina Hammer calentaron el ambiente en la antesala del combate y se dieron un beso.

La sueca sorprendió a todos los espectadores y, en especial a su contrincante alemana, acercándose hasta la boca de su rival y besándola. Hummer es la defensora del título mediano OMB que pondrá en juego ante Lauren.

Hummer tiene 22 años y llega invicta a la pelea en donde defenderá el cinturón mediano por quinta vez. Lauren, de 37 años, será la rival a vencer. La previa ya tuvo su espectáculo. Un beso impactante entre la rubia y la morocha.

jueves, 3 de mayo de 2012

Se inició el primer divorcio de un matrimonio igualitario en Santa Fe





Ocurrió en la localidad de Coronda, donde una pareja de lesbianas arrancó los trámites de separación en los tribunales.





Se presentó el primer divorcio de un matrimonio entre personas del mismo sexo en la provincia de Santa Fe.  Así, se convierte en la primera separación tras la aprobación del matrimonio igualitario en Argentina.

La pareja de lesbianas es de la localidad de Coronda inició los trámites de divorcio en los tribunales de familia de Santa Fe.

La jueza Mariana Hert, del Tribunal Colegiado Nº 5, explicó: “La primera presentación se hizo por escrito en el mes de abril. Por ahora, hay pocos elementos”. Y agregó: “Las reglas son las mismas que para el matrimonio entre heterosexual”.

“La pareja contrajo matrimonio en marzo de la año pasado y un año después se hizo la presentación. Una tiene 25 años y la otra 35, se llevan diez años de diferencia”, concluyó.

viernes, 14 de enero de 2011

Abolición del Género



A pesar de poseer un pene, siempre me ha inquietado esto de la inequidad entre las personas basada en el hecho de poseerlo o no. A esto se sumó desde muy temprano la tenaz oposición por mi parte frente a las exigencias derivadas de tenerlo.

Pronto descubrí una doctrina filosófico-política llamada feminismo, me propuse conocerla y comprenderla y una de las formas de comprender de manera crítica es jugar con las palabras. La palabra feminismo no es la excepción.


El término feminismo es problemático al menos por dos razones:
Es fácilmente interpretable por "femenino", y lo "femenino" es precisamente el conjunto de cualidades que el heteropatriarcado impone a los cuerpos carentes de pene. En rigor, se es mujer en la medida en que se es "femenina" y esto equivale a sumisa.

El amplio conjunto de teorías y praxis que se suelen englobar en la categoría feminismo no tiene como sujeto de manera exclusiva a las mujeres. En primer lugar, porque muchas lesbianas son feministas y NO se identifican como mujeres; han adoptado la lesbiandad en cierto modo como otra identidad de género. La lesbiana no es mujer ni varón, es lesbiana aunque tienda a ser leída socioculturalmente como femenina, masculina o andrógina.

En segundo lugar tenemos que reconocer que también hay personas y grupos de trans y de varones, tanto gays como bi u heterosexuales que adoptan el feminismo como militancia y/o ámbito de elaboración teórica.

La paradoja reside en que un feminismo que se precie de tal no puede limitarse a reclamar igualdad de oportunidades para las mujeres, acceso a los puestos de poder detentados históricamente por los hombres, y menos aún puede tener como objetivo la preservación de la feminidad, dado que esta equivale a la subordinación de las mujeres.

En un momento dado de la historia mujeres rebeldes individuales comenzaron a conformar un sujeto colectivo proclive a la ruptura con el orden androcéntrico, de modo que el movimiento político histórico de las mujeres como clase no es otro que el feminismo. Ahora bien, la liberación de una clase oprimida implica el combate contra la opresión de la clase dominante  y la construcción de alternativas, como parte de un proyecto de paulatina emancipación de la clase subalterna.

En la medida en que esta clase en este caso "las mujeres"deja de estar sometida y avanza con sus proyectos contra hegemónicos, deja de ser una mera clase subalterna, deja de ser "las mujeres", ya que por definición estas son quienes están sujetas al servicio de los hombres.

Por este motivo una corriente importante del feminismo lésbico impugna las ser consideradas "femeninas" o "masculinas", o bien ser consideradas mujeres, como ya vimos. En el extremo están las que consideran al lesbianismo una militancia separada del feminismo, ya que este sería lesbofóbico por cuanto sólo admite como sujeto a las mujeres. La situación se complica más aún con el fenómeno de la adscripción al feminismo en algunas de sus variantes por diversos colectivos trans o de varones antipatriarcales.

Un feminismo estrecho de miras es un "feminismo" que no pretende abolir el género sino solo la obtención de demandas parciales y sectoriales, exclusivas para las (bio) mujeres. Un feminismo así no puede derrocar al patriarcado.

El feminismo para el cual tal vez habría que buscar otro nombre es la revolución política y cultural contra el heteropatriarcado, busca la abolición del género y de la sexualidad patriarcal, y puede ser ejercido no solo por mujeres sino también por lesbianas, trans, homosexuales, bisexuales y varones antipatriarcales.

:: Carlos Dellepiane
:: Hojas de Trébol


martes, 5 de enero de 2010

La Trieja, primera pierna del poliamor


Puede ser que las necesidades afectivas de los seres humanos hayan cambiado o entendido que no pueden traicionarse a sí mismas y autorizado a vivir sus verdaderos deseos, de eso nos damos cuenta cuando damos una mirada a la tendencia mundial que muestra la pareja como tal tiende a desaparecer y se consolidan nuevas formas de relaciones afectivas tales como la trieja.

La trieja no es aquello que conocemos como un trío, es decir, un encuentro casual en el que una pareja abierta posibilita la entrada ocasional de una tercera persona en su práctica sexual. Una trieja es un grupo conformado por tres personas que deciden compartir una relación plena en su vida cotidiana afectiva y sexual.

Las personas que conforman una trieja tienen un equilibrio emocional en el que no hay una pareja primaria y una secundaria sino que vivencian, simultáneamente, dos relaciones del mismo nivel en las que la fidelidad entre sus tres miembros es una condición que nace del acuerdo de convivencia con el mismo grado, que implica además, un consentimiento pleno e informado sobre los efectos de la relación.

La trieja generalmente nace de los procesos afectivos y no necesariamente de la necesidad sexual como suele creerse; es decir, no es un(a) infiel que trata de convencer a la fuerza a su pareja de que lo mejor que les puede pasar es tener un(a) tercero(a) de por medio para mejorar la crisis de pareja. Poliamoría o poliamor es un neologismo, que significa tener más de una relación intima, simultánea, amorosa, sexual (no necesariamente), duraderas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados.

El individuo que entra o se consideran a sí mismo emocionalmente capaz de tales relaciones se define a sí mismo como poliamoroso. En algunos círculos se utiliza el término poliamor para referirse a la práctica de la poliamoría. Cuando tres personas poliamorosas en las que cada una de ellas es común a las otras dos y comparten permanentemente tiempo y espacio de vivienda, se transforman en trieja.

En las relaciones de trieja o poliamorosas pueden relacionarse dos hombres y una mujer, dos mujeres y un hombre, tres hombres, tres mujeres o incluir variaciones en las que puede(n) estar presente(s) un, una o unos(as) transgénero (s) o transexual(es). Se habla de poliandria cuando una persona tiene relaciones con dos hombres o más y de poligamia cuando ello sucede con dos mujeres o más; las cuales entre ellas mismas, pudieran o no estar casadas o mantener relaciones.

Aun cuando poco se habla en los medios de este tipo de experiencias afectivas, en el 2006 Poly Living celebró una conferencia americana de poliamantes en la que discutieron los aspectos legales de este tipo de relaciones. Será que el gusto por los tríos y las orgías en las que frecuentemente se ven inmersos los gay y algo menos las lesbianas, tendrá que ver mas con el miedo a establecer procesos afectivos que con la satisfacción del deseo, o será precisamente lo contrario, que pensamos con el pene o con la vulva y menos con el corazón, mejor dicho con el cerebro.


Para seguir leyendo...
¿Qué es exactamente el poliamor?
Las relaciones poliamorosas son de mucho más que sólo parejas

Última noticia: Los tres maridos en Medellín, Colombia